Cada 7 de octubre, los benahavileños trasladan a la Virgen del Rosario en Romería a la Ermita de Capanes donde se celebra una misa en su honor y después se cada grupo de familiares o amigos se instala en las carpas que se preparan para disfrutar de un día de campo. Por supuesto, no faltan las actuaciones musicales y de baile.
Esta Romería tiene además tras de sí una curiosa historia. Cuentan los lugareños que durante una epidemia de cólera que asolaba Andalucía, quisieron sacar a la Virgen del municipio y la subieron con ese fin en un carro tirado por mulas. Pero, cuando pasaban por el charco de las mozas, su peso aumentaba tanto que las bestias no podían con ella y tuvieron que regresar a Benahavís donde volvía a ser un carro ligero, por lo que la Virgen se quedó en el pueblo. Y también cuenta la leyenda que la cólera no llegó a entrar nunca a Benahavís, atribuyéndole el milagro a la Virgen.