Cuando por estas zonas escuchamos el término “mosto” hace alusión al primer vino fermentado que puede empezar a beberse a partir del mes de noviembre. Se realiza de manera artesanal y tiene un grado alcohólico del 12% aproximadamente.
Las uvas se recogen a mediados de septiembre, se deja uno o dos días para “solearla”, para que seque y no aporte acidez al mosto. Después se prensa la uva, extrayendo un zumo muy dulce que se almacena en un barril de madera. El zumo de la uva comienza a fermentar aproximadamente al día de haber sido almacenado en el barril, desprendiendo gran cantidad de gases. Este periodo de fermentación dura unos 40 días y ya lo que era zumo de uvas se ha transformado en mosto y esta listo para beber.
Este tipo de mosto no lleva ningún tipo de componente químico, por lo que su sabor varía de un barril a otro aunque sea la misma variedad de uva.
Pero, para conocerlo, lo mejor es probarlo. Este sábado una gran oportunidad para conocer este bello municipio de la Sierra de las Nieves entre mosto y mosto.